El 10 de octubre de 2017, trascendió como principal motivo el no uso de espinilleras al momento de salir al campo, el cual era obligatorio para el entrenador Jesús calificándolo como falta de respeto. Como consecuencia, tampoco se le permitió practicar con el club filial y debió mantenerse en forma con un preparador físico contratado por aparte. El equipo dirigido por Alexander Guimaraes ocupó el penúltimo puesto del torneo, superando únicamente a Serbia y Montenegro por la diferencia de goles, con tres derrotas al hilo, en la peor participación de una selección costarricense en un mundial mayor.