Después de terminar tercero en la UEFA Euro 1976, Cruyff se negó a jugar en la Copa del Mundo de 1978 después de que un intento de secuestro contra él y su familia en su casa de Barcelona lo disuadiera del fútbol. Aunque solamente contra los dos equipos de dichas divisiones que hayan terminado en la misma posición que él en la temporada anterior (2 partidos, uno de ellos en casa y el otro fuera), haciendo un total de 12 partidos de conferencia.