Dos años después, en 2010, se retomó el escudo de la cara del águila mirando hacia la derecha. Después de este gol, el Olimpia se lanzó con todo en busca del empate, pero fue inútil ante una bien plantada zaga «azul». Para el compromiso de cuatro días después ante Inglaterra en el Estadio Mineirão, el resultado se consumió empatado sin goles.