El fútbol asociación organizado se jugó por primera vez en Inglaterra en la década de 1860. En estos tiempos, el concepto de un color generalizado en todo el equipo no existía; los equipos jugaban con cualquier vestimenta que tenían disponible y los jugadores de un mismo equipo se distinguían usando gorras o bandas que cruzaban el pecho, camisetas de futbol del hombro a la cintura.